Tales of Arise | Análisis
Tales of Arise es la nueva entrega que celebra el 25 aniversario de la creación de la influyente franquicia de RPG “Tales of…” y que inició con el lanzamiento de Tales of Phantasia para la Super Famicom de Nintendo allá por 1995. Con este título, Bandai Namco Studios no solo expresó su interés de conmemorar las dos décadas y media en las que su serie ha sido considerada como un pilar del género, sino que además quiso aprovechar tan importante fecha para renovarla y atraer a una nueva audiencia con una propuesta fresca.
Compuesto por desarrolladores veteranos dentro de la franquicia y nuevas promesas que comparten el entusiasmo y pasión por la misma, el equipo liderado por Hirokazu Kagawa, programador de batalla en Tales of Graces y Berseria, y Yosuke Tomizawa, productor de la saga God Eater, llamó la atención de los fans y jugadores ajenos a la saga gracias al impresionante aspecto visual del título. Pese a que muchos detractores de “Tales of…” alegaron que este era el único punto destacable del proyecto, nada más lejos de la realidad y, ahora que el videojuego ha sido lanzado, te explicaré porque Tales of Arise es la experiencia definitiva de la saga y uno de los mejores JRPGs del año.
Análisis: Enrique Palomeque
Dos mundos enfrentados
La historia de Tales of Arise nos sitúa en Dahna, un mundo pacífico que fue invadido por los habitantes de Rena, su planeta gemelo. Armados con un poderoso ejército y tecnología avanzada, estos despiadados guerreros no tardaron en conquistar este territorio y esclavizar a toda su población. Tras 300 años de este suceso, los gobernantes de Rena deciden llevar a cabo el Concurso de la Corona, una competencia entre los señores que dominan las cinco regiones de Dahna para determinar quién es el que puede recolectar más energía astral y, por consiguiente, convertirse en el soberano del planeta.
El videojuego nos pone en los zapatos de Alphen, un esclavo de Dahna que sufre de amnesia y que no puede sentir dolor alguno. La vida del protagonista da un giro de 180 grados cuando conoce a Zephyr, líder de la facción rebelde Crimson Crows, y a Shionne, una mujer de Rena que desertó de su nación y busca acabar con los señores que participan en el Concurso de la Corona. Cansado de los constantes abusos que los conquistadores cometen en contra de su pueblo, Alphen decide unirse a los rebeldes y, junto a Shionne, eliminar a los cinco señores para liberar a las regiones del planeta.
Para lograr su cometido, los protagonistas tienen a su disposición la Blazing Sword, una poderosa arma que Alphen puede empuñar gracias a su insensibilidad al dolor y que Shionne puede controlar debido a su maestría en las artes astrales. Por supuesto, esta no será tarea fácil ya que, además de lidiar con toda una nación que los quiere muertos, el dúo deberá aprender a congeniar pese a la terrible enemistad y resentimiento que existe entre sus sociedades.
En el camino, Alphen y Shionne se unen con otras personas que, al igual que ellos, tienen motivos suficientes para querer derrocar a los tiranos que ciernen el control sobre Dahna. Este grupo de marginados se embarca en una épica travesía que decidirá el destino del mundo mientras experimentan de primera mano todos los estragos que la invasión de Rena ha causado en las regiones de Calaglia; Cyslodia; Elde Menancia; Mahag Saar y Ganath Haros.
La originalidad no lo es todo
Con lo antes explicado, es evidente que la historia de Tales of Arise no es particularmente revolucionaria o fuera de lo común. Todo lo contrario, el escenario en el que se desarrollan los eventos del videojuego ha sido usado de forma similar a lo largo de los años con resultados variados. No obstante, el hecho de que el argumento no sea original no significa que este sea malo o aburrido. En un género donde la estructura de “grupo de jóvenes que se unen para salvar al mundo” se ha usado hasta el hartazgo, esta entrega sabe jugar perfectamente sus cartas para crear una experiencia memorable.
La clave del éxito está en la ejecución de estos acontecimientos y en el balance que existe entre la expansión del lore detrás del universo creado y los giros argumentales dentro del guión. Los temas más oscuros de la trama como la esclavitud, el abuso, la traición y la rebelión de un pueblo por recuperar su ansiada libertad son acompañados de momentos más cálidos y acogedores entre el elenco protagonista y los personajes secundarios. Gracias a esta mezcla de elementos, la aventura logra mantener enganchado al jugador.
Si bien el excelente manejo de recursos por parte de los guionistas permite a la historia de Tales of Arise ser entretenida por varias horas continuas y dado que el universo en el que se desarrolla invita al usuario a zambullirse en su lore, las verdaderas estrellas de este apartado son, sin lugar a dudas, los personajes principales.
Un elenco cautivante
No nos engañemos: Alphen, Shionne, Rinwell, Law, Kisara y Dohalim están basados en claros arquetipos de personajes en la narrativa japonesa moderna; pero, como bien destaqué anteriormente, esto no es una falla en este videojuego. Cada personaje evoluciona constantemente con el pasar de los eventos que transcurren en el título y las arduas travesías a las que se enfrentan los llevan a unirse y comprenderse pese a tener orígenes muy distintos. El hecho de que la historia tenga como punto clave la constante lucha entre los habitantes de Dahna y Rena pero, sobre todo, que cada personaje tenga modos distintos de contemplar esta problemática, genera interacciones sumamente interesantes entre el cast jugable.
Por supuesto, la que se lleva la corona es, sin duda, la dupla de Alphen y Shionne ya que, al ser los personajes con los que despega la historia, el jugador se convierte en espectador de cómo la relación entre ambos pasa de ser hostil e indiferente hasta que ambos protagonistas comienzan a preocuparse legítimamente por el otro. Explicar lo que sucede en el desenlace sería entrar al terreno de los spoilers, pero puedo decir que el cierre de la historia fue sumamente gratificante justamente gracias a la resolución que tuvieron estos dos grandes personajes.
Como es costumbre en la franquicia, los Skits son los grandes responsables del desarrollo de los personajes fuera de los sucesos principales del videojuego. Se trata de una mecánica en la que el jugador observa como dos o más protagonistas conversan sobre determinado tema y en un contexto específico. Estos diálogos opcionales refuerzan las características de cada individuo y hasta brindan más información sobre sus pasados y aspiraciones futuras conforme la historia progresa. Tales of Arise usa un formato de cómic para presentar esta clásica mecánica y funciona de maravilla.
No obstante, el tener a un elenco tan memorable hace notar aún más las falencias en el bando contrario. Lamentablemente, los enemigos no logran alcanzar el mismo nivel de los protagonistas y, al menos para mí, caen bajo la categoría de “olvidables”. Los señores a los que los personajes principales buscan derrotar no pasan de ser obstáculos a los que el jugador debe superar para continuar con la historia y, si bien algunos son más destacables que otros gracias a sus acciones durante el paso de los héroes por sus regiones, quedan muy cortos si son comparados con Alphen y compañía.
Pese a la crítica contra los enemigos y sus poco importantes personalidades, hay que destacar que son unos adversarios más que fieros y todo gracias al espectacular sistema de combate.
La cúspide de la jugabilidad en la franquicia
Tales of Phantasia fue uno de los títulos más revolucionarios dentro del extenso catálogo de la Super Famicom, pero no se debió a su historia o gráficos, sino a su combate que llamó la atención de más de un aficionado a los videojuegos de rol y de acción. Con el pasar de los años, la saga supo reinventarse constantemente entrega tras entrega hasta llegar a un estándar satisfactorio para sus fans. Tales of Berseria ya exhibía un gameplay bastante sólido, pero Tales of Arise ha alcanzado un nuevo nivel de excelencia en el género.
El jugador tiene a su disposición una estela de elementos para acabar con los violentos Zeugles y los poderosos soldados del ejército de Rena que abundan en Dahna. Por supuesto, están los comandos básicos como los botones dedicados a ataque normal, salto y esquive pero, además, están los recursos característicos de la franquicia y nuevas adiciones que expanden aún más las posibilidades de la jugabilidad.
Por una parte, están los icónicos Artes, habilidades especiales de cada personaje jugable que se usan en combinación con la seguidilla de ataques normales para hacer más daños a los rivales. Dado que en esta iteración sólo los habitantes de Rena pueden usar energía astral, estos poderes se dividen en Strike Artes, las cuales se basan en armas como espadas o lanzas; Astral Artes, poderosos encantamientos que usan energía de los elementos para atacar; Aerial Strike Artes, ataques con armas que se efectúan en el aire, y Aerial Astral Artes, poderosos hechizos elementales que se conjuran en el aire.
Cada personaje puede aprender una extensa gama de estos poderes y el jugador puede acceder rápidamente a seis Artes distintos configurándolos en los botones destinados a esta tarea: 3 mientras está en el suelo y otros 3 cuando se encuentra en el aire y. El objetivo es desatar una andanada de ataques contra los enemigos mientras se usan los distintos efectos de los Artes para generar combos que extiendan el daño en su contra, por supuesto, evadiendo los ataques de los adversarios en el proceso.
Los Artes pueden ser usados cada vez que el jugador tenga un punto de Artes Gauge (AG) disponible durante el combate, pero los Artes de sanación son un caso especial ya que estos comparten los valiosos y limitados Cure Points (CP). Dependiendo de su potencia, los Artes de esta categoría consumen una cierta cantidad de esta barra y, si ya no se cuenta con los puntos suficientes para invocarlos, los Artes de sanación no podrán ser usados hasta que se restablezcan durmiendo en un Inn o usando items especiales. Por esta razón, hay que prestar atención a este apartado para no caer derrotado en las peleas.
Para adquirir nuevos Artes, cada personaje debe hacerse con nuevos “títulos” que les confiere nuevos poderes y técnicas pasivas como aumento de daño crítico o más daño a enemigos en el aire si este cuenta con los suficientes puntos para desbloquearlos. La variedad de habilidades que se puede ir adquiriendo conforme la aventura transcurre es inmensa, pero es justamente esto lo que permite a cada usuario configurar los personajes jugables a su total gusto.
Además, Tales of Arise introduce los Boost Attacks, acciones especiales que pueden ejecutar los personajes del party con tan solo presionar el botón correspondiente. La utilidad de estos comandos varía dependiendo del personaje que se utilice ya que algunos atacan, otros cancelan Artes enemigos y algunos hasta pueden defender de daño inminente. Es importante conocer los efectos de cada uno para poder tener el control de la batalla. No obstante, si el jugador lo está haciendo muy bien y castiga a su oponente, el Boost Attack se convierte en un Boost Strike, poderoso ataque que combina las habilidades de dos personajes para causar daños masivos en el enemigo o hasta terminar la pelea automáticamente con un último gran golpe.
Finalmente, los Mystic Artes no podían faltar y siguen siendo una maravilla digna de ser vista. Durante el combate, los personajes pueden entrar en un estado llamado “Overdrive” tras haber causado o haber recibido mucho daño, confiriéndoles la capacidad de usar Artes sin verse limitados por su Artes Gauge por cierto tiempo. Además, presionando dos botones de Artes a la vez mientras se está en dicho estado, el personaje desatará un descomunal “ataque final” que puede cambiar el rumbo de la batalla por completo. La clave está en aprovechar la ventaja del Overdrive con suma precaución para que alcance tiempo suficiente como para desencadenar este poder.
De más está decir que todos estos recursos antes explicados convierten a Tales of Arise en una auténtica proeza jugable. Cada lucha contra un monstruo cualquiera de los que abundan en Dahna se convierte en un frenético espectáculo de destellos, espadazos y magia como nunca antes se había experimentado en la franquicia. Si bien cada Tales of posee un estilo de combate particular, Arise tiene, por lejos, el más accesible y entretenido de todas las entregas de la saga. Si este se convierte en el nuevo estándar para los títulos futuros, dudo que alguien tenga algo que objetar.
Considero que cualquier persona con algo de experiencia en videojuegos de acción puede disfrutar plenamente de la jugabilidad de Arise incluso si el apartado RPG no es de su particular agrado. Eso sí, las batallas contra los jefes son mucho más caóticas y requieren de un dominio más profundo de las mecánicas, sobre todo en las dificultades más elevadas. El configurar a los miembros de la party usando el comando Estrategias en el menú es vital para que tus aliados tomen acción según tus preferencias o lo que requiere la batalla en cuestión. No obstante, la sensación de luchar contra estos temibles adversarios es un auténtico agasajo para todo aquel que disfrute de un buen reto.
Pero, este grandilocuente show no tendría el mismo efecto sin el apartado que más llamó la atención del público que se interesó por el título en un inicio.
Belleza a la altura de sus contemporáneos
Descartando finalmente su motor gráfico interno y optando por el poderío de Unreal Engine 4, Bandai Namco Studios ha logrado llevar los conceptos artísticos del veterano artista de la franquicia Minoru Iwamoto a un nuevo nivel. Incluso si ya había sorprendido anteriormente con títulos como Scarlet Nexus en lo que respecta a animaciones de rostros y cuerpos de los personajes, el equipo detrás de Tales of Arise demuestra con creces el porqué este es un videojuego en el que se está trabajando desde 2018.
Es fácil darse cuenta porque esta entrega se ha llevado tantos vítores de fans y no tan fans de la saga, pero me gustaría expandir un poco más estas razones. Por supuesto, la calidad de las cinemáticas en las que se usan los modelados tridimensionales de los personajes es sublime por las emociones de sus rostros, movimientos de sus cuerpos y composición fotográfica de las tomas, pero es que esto no solo se limita a lo antes dicho.
Los escenarios en los que transcurren los sucesos del título son de lo más variados. Tenemos, por ejemplo, a Calaglia, una región desértica y rocosa en donde abunda el fuego; también está Cyslodia, una zona nevada en donde la noche es eterna debido a que ha sido desprovista de la luz. Las ideas con las que las distintas áreas de Dahna fueron diseñadas han sido plasmadas fielmente y consiguen transmitir exactamente lo que los desarrolladores tenían en mente a los jugadores.
Con esta entrega, la franquicia “Tales of…” finalmente logra equipararse a otros títulos del género que también elevaron sus propuestas artísticas y gráficas durante los últimos años (véanse Persona 5, Dragon Quest XI o Final Fantasy VII Remake). No deja de estar fuertemente inspirada en el anime que tanto la ha caracterizado durante su trayectoria, pero su estética exhibe frescura y belleza por donde se le mire.
La otra cara de la moneda artística
Por desgracia, no todo es alabanzas en el apartado artístico ya que toca mencionar a la banda sonora del videojuego. Nuevamente, Motoi Sakuraba es el encargado de brindar el score musical de esta entrega y su nombre no debería de sorprender a nadie que tenga cierto conocimiento del tema. El japonés ha sido compositor de varios hitos en el género JRPG como la franquicia Star Ocean; Valkyrie Profile; Golden Sun, Dark Souls y, por supuesto, la saga Tales of desde sus inicios.
Si bien Sakuraba es una eminencia en lo que a bandas sonoras de videojuegos se refiere, su trabajo en la franquicia siempre ha sido un tanto cuestionable debido a que muchas veces suele pecar de poco inspirada o irregular. Tales of Arise no es la excepción y el compositor vuelve a trastabillar con su labor que, si bien es cierto no es ni por asomo tan sosa como en otras entregas, no logra ponerse a la altura de lo logrado por el equipo desarrollador tanto jugable como gráficamente.
La banda sonora de Tales of Arise posee grandes temas como Don’t Look Back – Proceed-; Alphen; Beneath the Rule of Fire -Assault-; Fierce Blaze y varios otros de los que aún se desconoce el nombre debido a que el soundtrack original no ha sido lanzado. No obstante, el que más destaca en mi opinión es Flame of Hope, el tema principal de batalla debido al espectacular intro que lleva el sello Sakuraba impreso en fuego y el uso de la guitarra clásica para darle un toque distinto a las armonías. Además, existe un arreglo al estilo rock de este tema que logra ser incluso más memorable por el uso de guitarras eléctricas y el icónico órgano del compositor.
El resto de temas, si bien son bastante correctos, no logró dar la talla pese a los extravagantes arreglos orquestales a los que tuvo acceso Sakuraba para la creación de la banda sonora. Considero que el maestro sigue brillando más en otros proyectos debido a la mayor variedad compositiva que registra en dichos títulos. Para ser la entrega que celebra el 25 aniversario de Tales of, esperaba mucho más.
Rendimiento técnico
Jugué a la versión de Tales of Arise para PlayStation 4 y, sorprendentemente, no tuve problema alguno con el rendimiento. Las iteraciones para las consolas de la pasada generación están bloqueadas a una resolución de 1080p que corre la mayor parte del tiempo a 30 cuadros por segundo. En lo particular, no detecté estrepitosas caídas de frames durante mi experiencia con el título, por lo que la optimización para estas plataformas es bastante recomendable. No obstante, es un hecho que si deseas ser partícipe de toda la potencia gráfica de este título con una tasa de frames de 60 estables, no queda más remedio que adquirir las versiones para PlayStation 5, Xbox Series X/S o PC.
Conclusión
He de ser sincero: mi experiencia con la franquicia Tales of no es, ni de cerca, igual de personal que con otras sagas del género JRPG como Shin Megami Tensei, Dragon Quest o Trails. Sin embargo, no es necesario ser un seguidor ferviente de esta IP de Bandai Namco para reconocer que Tales of Arise es un título que condensa con maestría las dos décadas y media de trayectoría de su serie en un gran y único paquete. El excelente desarrollo de la historia y los personajes, la excepcional jugabilidad con énfasis en los combates al más puro estilo del Action RPG y el hermoso aspecto visual logrado con Unreal Engine 4 elevan a este videojuego a otro estatus y, sin duda, ejemplifican lo que otras compañías deberían hacer para celebrar todo lo obtenido por sus sagas más icónicas.
Debo admitir que mi curiosidad por ver cómo el estudio puede superar este título en entregas posteriores me consume mientras escribo estas palabras, pero, estoy seguro que sí cuenta con la misma pasión desenfrenada que lo llevó a desarrollar tan digna obra, lograrán sorprenderme en el futuro. Si eres fan de la franquicia, ni lo dudes: Tales of Arise es una de sus mejores iteraciones. Si disfrutas de los JRPGs, quieres darle una oportunidad a la saga o simplemente buscas un videojuego capaz de cautivarte, no tienes pierde con esta obra.
Disclaimer: Este análisis fue escrito basado en gameplay de una copia del juego provista por Bandai Namco. Esto no afecta nuestra opinión editorial ni puntuación del juego.