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Análisis: The Walking Dead The Game – Primera Temporada

The Walking Dead The Game

The Walking Dead The Game

Han pasado varios meses desde que empecé a jugar la primera temporada de The Walking Dead: The Game y sólo unos días desde que pude terminar el quinto y último capítulo de la misma. Fue entonces que Junior me pidió hacer una reseña del juego, a manera de review. Sin embargo, más que una crítica, lo que escribiré a continuación es la impresión que este juego ha dejado en mi y para ello hay algo que debo decir de una vez: El juego es excelente y vale cada centavo invertido. A tal punto que, en mi opinión, se ha ganado el derecho de ser recordado como todo un clásico de esta generación.

Para los que no lo conozcan, The Walking Dead: The Game, es un juego del género de aventura, basado en la conocida serie de comics creada por Robert Kirkman y Tony Moore y publicada por Image. Actualmente la saga se ha hecho famosa gracias a la serie de TV; pero éste videojuego tiene una mayor influencia de la obra original ocupando el mismo universo e imitando el estilo visual. Desarrollado por Telltale Games, The Walking Dead tiene ciertas similitudes a sus trabajos anteriores (Back to the Future y Jurassic Park) siendo también un juego presentado por episodios separados con un gran énfasis en la historia y con un modo de juego similar a estos títulos o a Heavy Rain; es decir, la mayor parte de los retos presentados los resolveremos con diálogo de múltiple opción o “quick time events” y un cursor en pantalla controlado por el stick derecho. Cabe mencionar que el sistema presentado está mucho más pulido y es muy superior al de sus predecesores.

Habiendo dicho esto seguramente muchos pensarán: “entonces no es un juego de verdad, es una película interactiva” y quizás hace unos meses les hubiera dado la razón; pero luego de terminar cada uno de los últimos 3 episodios me daba cuenta de que lo que este juego te hace experimentar y sentir es algo que ninguna película, por buena que sea, podría lograr. Con ello no estoy diciendo que este medio (los videojuegos) sea mejor que el cine, en todo caso trato de decir que es un medio diferente y que ese término que tan despectivamente lanzan algunos, interacción, puede hacer un mundo de diferencia si es bien utilizado. Es la mayor fortaleza de los videojuegos y aquella que los separa de otros medios audiovisuales. En este caso también es la mayor fortaleza y mejor atributo de The Walking Dead.

 

 

The Walking Dead no ganará ningún tipo de premio por sus gráficos que buscan imitar con cel-shading el estilo del cómic o su sonido, aunque la ambientación sonora llega a ser muy buena en varios puntos. Pero como mencioné su mayor fortaleza no se encuentra aquí, sino en su trama; en el cómo el jugador la altera y como ésta afecta al jugador mismo a un nivel real.

Para dar una idea más clara de lo que quiero decir, imaginen la serie de TV o cualquier película de zombies con una premisa similar. Ahora pónganse en el lugar del protagonista, rodeado de muertos vivientes y a cargo de las vidas de una pequeña parte de lo que queda de la raza humana, con toda la responsabilidad que esto conlleva. Ya no estamos hablando de “¿qué hará él?” sino de “¿qué harás tú?”.

No somos omnipotentes, no podemos cambiar el mundo y quizás no podamos evitar que una horda de «walkers» ataque en el momento más inesperado; pero si actuamos de manera correcta, estas personas, quienes te llegan a importar mucho, estarán mejor preparadas para ese crucial momento o podrán tener más problemas de los que puedan manejar.

 

 

Desde un inicio, cuando tomamos el control de Lee Everett, protagonista del juego, se nos pide tomar una decisión tras otra. A través de diálogos con múltiples opciones elegiremos desde decir la verdad o mentir, apoyar a una u otra persona. Muchas de nuestras elecciones serán recordadas por los demás personajes durante los 5 capítulos y varias veces nos harán saber lo bien que las recuerdan. A través de nuestra influencia sobre ellos iremos definiendo poco a poco nuestro propio camino. Este gran nivel de participación, no solo como jugadores sino como protagonistas reales de la historia, y la capacidad de amoldarla en base a nuestros errores y aciertos es el corazón de este juego y también forma esa conexión directa a nuestras emociones. Volviendo a la comparación con una serie de TV, ya no estamos hablando de si vimos o no lo que algún personaje hizo; sino sobre lo que hicimos o dejamos de hacer nosotros mismos frente a cada reto presentado. Quizás incluso hablar de a quien salvamos o dejamos morir; siempre conscientes de que estas personas tienen nombres, familias y vidas, no son solo un soldado genérico más del montón.

En The Walking Dead uno va moldeando a Lee desde el inicio, pudiendo resultar alguien indeciso y poco confiable si no logramos tomar las decisiones a tiempo (cada pregunta y cada acción tiene un tiempo límite para ser contestada o realizada) o alguien egoísta si nos dedicamos más a preocuparnos de nosotros mismos o incluso un líder y un protector para aquellos que nos importan realmente.

 

 

Además, como en el mundo real nunca seremos vistos de la misma manera por todos. Clementine, la coprotagonista del juego y una niña valiente y bastante inteligente, puede vernos como un héroe si somos demasiado correctos; pero Kenny, nuestro compañero incondicional a través de toda la temporada, puede vernos como alguien poco confiable y que no es capaz de ensuciarse las manos cuando es necesario. A diferencia de otros juegos donde seguimos el camino del bien o el mal, aquí nunca podremos salir del todo de esa gran capa gris colocada al medio y solo deberemos tratar lo mejor que podamos de actuar como nos dicte nuestra conciencia. No todos saldrán contentos y no existe ningún medidor de afinidad que nos ayude.

Creo que esto es lo que hace especial el enfoque de The Walking Dead sobre aquel de juegos como inFamous o Mass Effect, uno no toma las decisiones del malo o el bueno de la historia para ver que pasa, uno toma las decisiones que uno como persona tomaría, guiados más por nuestra moral que por una barra roja y azul. Al menos recomiendo hacer esto la primera vez que lo jueguen.

 

 

Para terminar The Walking Dead The Game es para mí la mejor expresión en lo que va del año de lo que representan los videojuegos como un medio capaz no solo de entretener sino de comunicar sentimientos profundos y hacernos sentir directamente dentro de nuestro ser que clase de persona realmente podemos llegar a ser en ciertas circunstancias colocándonos directamente frente a ellas. Brindándonos la oportunidad de decidir por nosotros mismos, dejando de ser espectadores y pasando a ser protagonistas, darnos cuenta si seriamos o no capaces de ser aquella persona capaz de tomar las decisiones más dificiles y aceptar las consecuencias.

Las decisiones que tomé y los errores que cometí a través de estos cinco capítulos fueron míos y de nadie más; y aunque el desenlace que alcancé fue determinado por Telltale, acepto todo lo ocurrido en el camino. Al final salvé a quien quería salvar y si algún día, espero que no sea así, me veo en circunstancias similares a las que Lee tuvo que superar en mi juego, remplazando los zombies por cualquier otro desastre real, espero ser capaz de reunir nuevamente la valentía necesaria para actuar tal como lo hice a través de él.

 

 

–  Jorge –

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