Prince of Persia: The Lost Crown | Análisis
El legendario Príncipe de Persia regresa a la escena del gaming luego de casi 15 años de no darnos un título canon. Y aunque en un inicio esta nueva entrega fue recibida con cierto prejuicio —por tratarse de un juego «budget»—, Prince of Persia: The Lost Crown ha resultado ser no sólo un genial juego que refresca la franquicia, sino también un fuerte candidato desde ya a ser uno de mis favoritos del año. Sí, así de bueno está. Vamos a ver qué tanto en esta review.
NO ERES el Príncipe de Persia
En Prince of Persia: The Lost Crown no jugamos con el famoso aspirante a monarca de la saga. En su lugar controlamos a Sargon, un joven guerrero que es parte de la escuadra de los Inmortales, la tropa élite del reino persa. Tras un ataque, el príncipe Ghassan es secuestrado y todos van a su rescate. Pero esto no será fácil, pues la ciudad de Mount Qaf se encuentra atrapada en una anomalía temporal que trae muerte y conflicto entre sus habitantes, e incluso a los mismísimos Inmortales. Siguiendo sus instintos, Sargon deberá rescatar a Ghassan por su cuenta a punta de espadazos, patadas y un amplio arsenal de super-ataques.
A diferencia de las más recientes entregas de Prince of Persia, en The Lost Crown no nos movemos en un mundo abierto en 3D, sino en un plano 2D con exploración al estilo de un «metroidvania». Hay que encontrar llaves y poderes para abrir puertas, alcanzar puntos inaccesibles y hacer mucho backtracking para completar la Campaña, además de cumplir con misiones adicionales que le suman al lore del juego y a nuestras habilidades.
El sistema de combate
Prince of Persia: The Lost Crown tiene un sistema de combate fliudo, limpio y que te premite ser creativo. Desde el primer momento —e incluso en los tutoriales— el juego hace énfasis en el combate aéreo, los bloqueos ofensivos y los esquives. La acción emula mucho a brawlers del género como Guacameleé y Outland, donde los puños y las espadas mandan, pero también tenemos acceso a arco, flecha y la Chakram que también nos ayuda a activar interruptores en puzzles remotos.
Cada enemigo que vencemos nos otorga Cristales de Tiempo que usaremos para comprar mejoras y amuletos. Al ganar combates también se eleva nuestro nivel de Athra o energía divina que nos da acceso a super-ataques, todos enlazables en combos y con animaciones espectaculares.
Como casi todos los videojuegos de acción de hoy en día, The Lost Crown tiene su pequeña dosis de RPG en el sistema de Amuletos. Estos se van ganando en diferentes partes del mapa o comprándose en la tienda del Refugio y otorgan mejoras temporales para la defensa y el ataque de Sargon. También existen otros que facilitan la búsqueda de ítems, reestablecen la salud ó nos dan un segunda oportunidad cuando un enemigo nos da un madrazo mortal. Todo esto balanceado, pues hay un límite de amuletos que se pueden equipar y cada uno tiene sus propios requerimientos de «espacio» en el collar del héroe.
Una aventura para nada pequeña
Como dijimos, y contrario a lo que el público esperaba de este supuesto spin-off, Prince of Persia: The Lost Crown no es un juego simple o hecho para salir del paso. Detrás de él está el renombrado estudio francés Ubisoft Montpellier, responsables de los aclamados Rayman Legends y Rayman Origins. Con ello, el mapa de juego resulta ser enorme, lleno de recovecos y cuartos escondidos cargados de secretos e interesantes retos secundarios.
La UX del juego además toma prestado de varios juegos «triple A» para mantener un orden sin crear confusión ni abrumar al jugador. De a pocos se van develando varios puntos de guardado —que también sirven para equipar nuevos amuletos— y puntos de viaje rápido para quienes ya limpiaron gran parte del enorme mapa. Y lo mejor es que todo esto se desbloquea a un ritmo parejo y justo, mostrando la experiencia del estudio desarrollador en éste género.
Para ayudar en el desbloqueo de tesoros Ubisoft implementó también un innovador sistema llamado Visiones, que permite «tomar una foto» del escenario donde nos encontramos algún ítem fuera de nuestro alcance y lo ponemos marcar en el mapa y revisarlo luego, para así saber con certeza qué poder o llave nos pide para desbloquearlo.
Sobre la dificultad no hay mucho que decir. Puedes configurarla a voluntad desde el inicio, aunque recomiendo dejarla en el nivel por defecto para forzar el aprendizaje de los bloqueos ofensivos. No es que no me guste una mayor dificultad, pero para quienes opten por jugar a nivel fácil se les podría hacer un mundo vencer a los jefes del juego sin haber dominado antes los parries. Hay uno que otro boss que se pone pesado y los poderes solitos no te van a bastar para ponerlo patas arriba.
La parte técnica
Otro detalle que la twitter-ósfera le reclamó a Ubisfot fue la dirección de arte del juego, dejando de lado el realismo de The Forgotten Sands ó Warrior Within por algo más cel-shady, similar a la dirección de arte de Street Fighter 4. Personalmente, no me quejo. Adoro todo lo relacionado al look animado de varias franquicias y de verdad quisiera que más jugadores reconocieran su valor. Pero bueno, tal vez esto no sea para todos.
¿Audio y actuaciones de los personajes? Todo de primera. Es más, el juego cuenta con doblaje al idioma persa, como para darle más autenticidad (y en caso domines ese idioma).
Para cerrar el apartado técnico, hay que decir y celebrar que Prince of Persia: The Lost Crown da cátedra de buena optimización en todas sus versiones de consola y PC. En PS5 y Xbox Series X corre a un precioso 4K y a 60fps, con chance de subirse al coche de los 120hz en caso tu TV lo permita. La Series S queda un poco corta a 1440p y 60fps, pero no tiene nada que envidiarle en jugabilidad y fluidez a sus contrapartes más fuertes. Incluso la Nintendo Switch salva su categoría con un decente 1080p a 60fps en modo «dock» y 720p pero igual 60fps en modo portátil. Mando mis respetos a quienes optimizaron este título.
Los extras
Como si no bastara todo esto para diferenciar Prince of Persia: The Lost Crown de otros juegos llamado «de poco presupuesto», éste también cuenta con skins desbloqueables para Sargon y que son tremendo fan service para los que siguen la franquicia desde antes. Ojo que la mayoría de skins pueden desbloquearse jugando, pero hay una que es exclusiva de la edición Deluxe digital y otra que se regaló en la pre-venta del juego.
Conclusión
Prince of Persia: The Lost Crown es un excelente videojuego por sí solo y que más que aprovecharse de la franquicia, le hace un tremendo favor refrescando su imagen y jugabilidad. Como dije en las primeras líneas, es desde ya uno de mis favortios del 2024 —¡y recién estamos en enero! Ojalá se mantenga vigente para verlo por lo menos nominado a GotY en diciembre. Se los dije arriba: Así de bueno está. Compra más que recomendada para todas las plataformas.
Disclaimer: Este análisis fue realizado gracias a una copia del juego provista por Ubisoft. Esto no influye nuestra opinión editorial ni el puntaje del juego.