Mortal Kombat 1 | Análisis
Los multiversos están de moda en el mundo del cine y —aunque con otro nombre— NetherRealm Studios se suma a esta corriente con Mortal Kombat 1, un reinicio de la saga del juego de peleas más sangriento de la historia de los videojuegos. Este título trae un cambio radical para su trama y un par de otros no tan radicales para su jugabilidad, así que vamos a analizarlo para ver si vale la pena meterle tiempo y dinero a este nuevo Mortal Kombat.
La trama, sin spoilers
A estas alturas NetherRealm no solo es sinónimo de alta calidad en lo que se refiere a jugabilidad, sino también de su modo Kampaña. MK1 nos cuenta un reinicio/continuación directa de la anterior entrega, Mortal Kombat 11: Liu Kang, convertido en Dios de Fuego, reinicia el Universo en una nueva línea temporal y ahora nuevas versiones de los clásicos personajes de Mortal Kombat viven vidas diferentes en el EarthRealm. Desfortunadamente, Shang Tsung —quien al parecer es la constante malvada en todas las ecuaciones del universo— hace de las suyas otra vez e interfiere en el torneo entre la Tierra y el OutWorld. Esto desencadena una guerra entre ambos mundos donde participarán personajes de todas las líneas temporales, en una suerte de «pachamanca dimensional». Los héroes habituales Kung Lao, Johnny Cage y Raiden se unen a nuevo aliados no tan habituales para regresar todo a la normalidad y evitar una masacre.
Mismo Kombate, nuevos secretos
El principal cambio a la jugabilidad en MK1 son los Kameos, lo que en juegos similares conocemos como «assists«, o sea ayudantes que entran a la pelea para salvarnos de ataques o pra complementar nuestra ofensiva. Aunque a primera vista se ven como un gimmick repetido o copiado, en MK1 los Kameos tienen varias formas de ayudarnos, pues pueden atacar de diferentes formas según los comandos que ingresemos en kombate, como hacer parry ó unirse en ataques combinados. Para principiantes, el sistema de Kameos ofrece una salida fácil a una paliza inminente, pero en manos de un experto seguro será una herramienta que suba el contador de golpes de un combo por encima de las dos cifras.
Dicho esto hay que aclarar que los Kameos no son personajes jugables al 100%; es más, tienen su propio roster de selección y al momento del cierre de este análisis no había intenciones de sumarlos al roster principal de peleadores. Una pena, ya que la mayoría de los Kameos son personajes «klásicos» de la franquicia Mortal Kombat en sus versiones originales. Con suerte, el estudio desarrollador encontrará la forma de hacerlos disponibles.
Modos para todos los gustos
Además del modo Kampaña y Versus —los principales del juego— MK1 ofrece también el ya acostumbrado modo Torres con retos cada vez más elevados, y el modo Invasión. Éste pone a nuestro personaje en una serie de mapas —al estilo «world map» de Super Mario— donde cada parada significa una pelea y una oportunidad para obtener premios, habilidades y ganar experiencia. Sí, adivinaron: Invasión es un pseudo-RPG, y en el que hay que tomar decisiones sobre qué atributos y poderes debemos levelear para facilitarnos las cosas.
Esto último es lo que puede hacer o romper al modo Invasión, pues los kombates en sus 8 mapas se vuelven repetivios para quienes no opten por la estrategia de leveleos y sólo quieran pasar el modo por sus premios; cosa que se vuelve muy necesaria cuando entiendes que del modo Invasión depende el desbloqueo de nuevo contenido para los demás modos del juego. Ahorita lo explico.
La Ekonomía de NetherRealm
Las victorias y el avance del modo Invasión nos premian con hasta tres tipos de «modenas»: Las Koins, los Kredits y los Krowns. Las Koins (doradas) sirven exclusivamente para el Shrine, la estatua que funge de gatchapón y que nos da un premio al azar por cada 1,000 monedas. Las Krowns (medallones verdes) sirven para upgrades en el modo Invasión. Y los Kredits (plateados) se usan para comprar ítems cosméticos opcionales en la tienda del juego y afectan a todos los modos de MK1. Estos son exclusivos de determinadas temporadas (con disponibilidad limitada) y son los que potencialmente nos harán regresar a jugar Invasión una y otra vez.
Y por supuesto hay una cuarta moneda, los Krystals (esferas rojas) que sirven para comprar los mejores ítems cosméticos y packs de DLC. Estos cristales sólo pueden obtenerse con dinero real a través de la tienda virtual de cada consola. Para nuestra suerte, el juego hace un buen trabajo especificando y separando bien la paja del trigo para evitar confusiones. Hasta el tipo de cambio básico es amigable: 100 Krystales = 1 dólar, con mejoras a favor del jugador si compra más Krystales (por menos dinero).
Huecos temporales
Hay un par de puntos para quejarse de Mortal Kombat 1. El modo Kampaña arranca de manera interesante, pero luego de la primera mitad la trama se pone en «modo Marvel» y empieza a hacerse preguntas que se responden a sí mismas con la «excusa del multiverso». Y sin spoilear nada, el final deja nuevamentre abierta la posibilidad —casi asegurada— de una próxima expansión que sume más sucesos de aquí a unos meses.
Otro punto que me desagradó es la progresión en el modo Invasión. Este modo no solo es el gatekeeper de contenido cosmético, sino también de cosas indispensables como las Fatalities y Brutalities, encadenadas a una progresión llamada Mastery, similar a la de un free-to-play, que te suelta todo a cuentagotas. Y claro, la mayoría de los premios son paletas de colores ó «taunts» que poco suman a la rejugabilidad. Tener que levelear al nivel 14 de cada uno de los personajes para recién sacar un segundo Fatality se me hace demasiada espera.
Y ya a modo de preferencia personal, me extrañó bastante que siendo MK1 un juego tan enfocado en vender skins para sus personajes, éste no te permita escogerlos en la selección de peleadores. Para hacerlo hay que ir a un sub-menú general antes de las peleas, donde solo podemos establecer un look de cada personaje que se verá en todos los modos de juego. En cristiano, sí quiero escoger la skin de Jean-Claude Van Damme para jugar Versus, tendré que usarla también en Invasión y en todos los demás modos, a menos que entre al modo Kustomización cada vez que quiera cambiar de modo de juego. Ojalá NetherRealm arregle este sencillo pero crucial problema de UX.
Conclusión
Mortal Kombat 1 es tremendo juego de peleas y una digna secuela a sus predecesores (de MK9 en adelante, queda claro). Salvo por mínimas decisiones —totalmente reversibles— como la interface de selección y la dependencia de un modo repetitivo para el desbloqueo de contenido, el juego base en sí es un producto de altísima calidad tanto en gráfica y sonido (en nueva generación y PC) como en jugabilidad. Recomendado.
Disclaimer: Este análisis fue realizado gracias a una copia del juego —para PS5— provista por Warner Bros. Games. Esto no influye nuestra opinión editorial ni el puntaje del juego.