Uno de mis «racers» favoritos de las últimas dos generaciones de consolas regresa con una secuela que trae más de lo mismo, pero también un puñado de novedades. Hot Wheels Unleashed 2: Turbocharged trae de vuelta las carreras en miniatura en gigantescos escenarios hogareños, esta vez con un modo Campaña que busca jalar a más gente a esta clase de experiencias. Vamos a ver si lo consigue en este análisis.

Hot Wheels Unleashed 2: Turbocharged construye su gameplay y progresión sobre el esqueleto del original de 2021: Carreras a muy alta velocidad, turbopads y nitros balanceados para rebasar a los oponentes y un toque de piruetas acrobáticas en las ya clásicas pistas naranja. Esta secuela no pide mucho seso, sino más bien reflejos. No es un juego con componentes de juego de rol —como muchos ahora último— sino que vende la experiencia arcade pura y sencilla: Acelerar, hacer drift para cargar nitro, usar nitro, repetir. Y aunque suene muy básico, es lo que atrajo a millones de jugadores a su primera parte.

Ojo que esto no quiere decir que el juego sea hueco o poco inspirado. Unleashed 2 trae más modos de juego que su antecesor con los nuevos eventos de Eliminación, donde hay que constantemente buscar estar entre los primeros lugares de cada vuelta, los Waypoint con clara vibras de Crazy Taxi, y los Boss Races, en donde hay que «atacar» a los gigantescos jefes de las pistas temáticas de Hot Wheels rompiendo checkpoints.

Esto último viene relacionado directamente al modo Campaña titulado Creature Rampage que ahora trae una historia —poco inspirada, la verdad— con personajes estilo anime y una narrativa bastante pobre. Si quieren meterle un skip a esta parte, no los culparé. Afortunadamente se mantienen los modos de Carrera Rápida en solitario o con amigos a pantalla partida u online.

Las mejoras para los autos no son lo primordial en este nuevo Hot Wheels, pero para quienes quieran tweakear niveles están las Clases, separados en niveles Stock, Powered y Ultimate. Usando puntos de experiencia y de leveleo cada auto puede aumentar sus capacidades de drift, aceleración, máxima velocidad y vulnerabilidad a ataques, ganando y/o perdiendo en estas combinaciones. No es el sistema más profundo, pero alguito le da a quienes no soporten jugar con lo que el juego ofrece por defecto.

Para las carreras en sí hay dos adiciones principales: Los ataques y los saltos. Ambos movimientos utilizan el medidor de nitro y ayudan a saltar obstáculos, chocar a los rivales ó regresar a la pista en caso no hayamos calculado bien una acrobacia.

Esto despierta el primer punto en contra de esta secuela: La agresividad de los rivales en la pista. En Hot Wheels Unleashed 2: Turbocharged ya no se trata solo del rubberbanding o de lo fácil que es ser rebasado por los corredores IA, sino también lo brutales que son las técnicas de dicha IA a la hora de querer ganar a toda costa. Ser adelantado por un grupo de tres autos rivales puede superarse con esfuerzo y precisión, pero que te saquen de la pista a golpes faltando segundos para terminar un evento se vuelve frustrante luego de dos o tres oportunidades.

Sobre la parte gráfica hay poco de que quejarse, pues el estudio Milestone ya había demostrado lo bueno que es manejando Unreal Engine 4. Aunque sí vale la pena mencionar que, a diferencia de la precuela, esta vez a los autos de Hot Wheels les falta un toque de brillo en el podio post-carreras donde ahora se ven un poco planos para mi gusto.

Ya para cerrar con los contras, solo poner en claro que en este segunda parte se repiten varios de los autos del Unleashed original, debiendo ganarlos a punta de moneditas por ganar carreras y jugando una lotería dentro del juego. Claro, también hay DLC pagado con dinero real vía pases de temporada —¡carísimos!—, expansiones y carrito sueltos. Menos mal también tenemos los ocasionales autos gratis de cuando en cuando.

Me olvidaba de música: Muy básica. Nuevamente el soundtrack del juego no tiene nada que ver con el usado en los trailers de lanzamiento ni en material promocional, siendo éste muy soso y genérico. Urge ya que Mattel y Milestone pongan dinero y licencien temas musicales emocionantes para hacerle justicia a sus carreras.

Conclusión

¿Hot Wheels Unleashed 2: Turbocharged es más de lo mismo? Sí, tanto de lo bueno como de lo mejorable de la primera entrega. Y aunque los nuevos movimientos verticales y de combate harán la diferencia para quienes aún juegan el original, el juego en sí puede atacarse de manera sencilla y terminarse sin mayores pretenciones. Para bien o para mal, la experiencia principal no ha cambiado mucho. Sigue siendo divertida, pero pudo dar un poco más.

Disclaimer: Este análisis fue realizado gracias a una copia del juego provista por Mattel/Milestone. Esto no influye nuestra opinión editorial ni el puntaje del juego.