Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba – The Hinokami Chronicles | Análisis
Un «anime brawler» carente, pero con enorme potencial.
Demon Slayer: The Hinokami Chronicles es la primera adaptación a videojuegos del exitoso manga Kimetsu no Yaiba, una de las obras más prolíficas de los últimos tiempos en su natal Japón y en el resto del mundo. Debido a la inmensa popularidad que la obra de Koyoharu Gotouge ha ganado desde la emisión de su anime en 2019, era solo cuestión de tiempo para que se designara al estudio que lleve su trágica historia e impresionantes batallas a esta rama del entretenimiento y eso fue exactamente lo que ocurrió.
Desarrollado por el respetado CyberConnect2 y distribuido por Aniplex en Japón y Sega en el resto del mundo, este título llamó la atención tanto de fans de la serie como de aficionados a los videojuegos dado su acabado visual y, por supuesto, el intenso combate que exhibió en los adelantos presentados antes de su lanzamiento. Ahora que esta entrega ya se encuentra disponible, te explicaré porque Demon Slayer -Kimetsu no Yaiba- The Hinokami Chronicles es un prometedor inicio para la franquicia en esta industria, pero que aún puede mejorar con los movimientos correctos.
Un viaje de venganza y redención
The Hinokami Chronicles nos relata nuevamente la historia original de Kimetsu no Yaiba. En Japón durante la era Taisho, Tanjiro Kamado -un humilde y bondadoso muchacho- vive pacíficamente junto a su madre, sus tres hermanos y dos hermanas. Tras convertirse en el sustento de su familia después de la muerte de su padre, el joven viaja hacia una aldea cercana a su hogar para vender carbón y seguir ganando el dinero necesario para subsistir. Al regresar a la vivienda, la vida de Tanjiro cambiaría para siempre por un terrible suceso: el asesinato de todos sus parientes a excepción de su hermana menor Nezuko.
La sangrienta escena es suficiente para devastar al protagonista, quien no tiene más opción que tomar a la única sobreviviente y llevársela lejos para que sus heridas sean atendidas. No obstante, Nezuko recobra la consciencia y se dispone a atacar a su hermano ya que, para horror de Tanjiro, ésta había sido convertida en un demonio, malévolas y violentas criaturas que causan caos a través de la nación durante las noches. A punto de ser devorado por su propia hermana, el protagonista le ruega entre lágrimas que mantenga su humanidad pese a su nueva naturaleza con tanta fuerza que ésta logra entenderlo y comienza a llorar.
Sin embargo, los problemas no terminan ya que llega Giyu Tomioka, un asesino de demonios que se dispone a eliminar a Nezuko. Tanjiro pide clemencia para su hermana, pero el verdugo no acepta por lo que no le queda más opción que atacarlo para proteger a la única familia que le queda. Debido a su habilidad con la espada, el protagonista no tarda en ser reducido, pero al ver el potencial de su adversario, queda impresionado; aún más cuando Nezuko carga en su contra para defender a su hermano.
Es así como Giyu decide perdonarle la vida a Nezuko y le cuenta a Tanjiro sobre los asesinos de demonios, guerreros entrenados en los caminos de la espada para hacerle frente a estos abominables seres y mantener la paz en el país. Con dicha información, Tanjiro busca al antiguo maestro de Giyu para que lo convierta en un asesino de demonios no solo para proteger a los demás y para tomar venganza de aquel que masacró a su familia, sino también para buscar alguna forma de devolverle su humanidad a Nezuko.
El sinuoso camino hacia la batalla
Hay muy poco que agregar a todo lo que ya se ha dicho sobre el argumento de Kimetsu no Yaiba a lo largo de los años. El estatus que posee como uno de los manga/anime más queridos y exitosos en años recientes demuestra la inmensa calidad de su guión y la impecable construcción de su universo basado fuertemente en el Japón feudal. Dado que la historia de The Hinokami Chronicles abarca la adaptación animada y la película “Mugen Ressha-Hen”, el videojuego hace un magnífico trabajo reconstruyendo gran parte de los eventos importantes que transcurren en los arcos en cuanto a cinemáticas se refiere.
En la campaña principal, cada uno de los arcos argumentales comprende un episodio donde el jugador deberá explorar pequeños escenarios tridimensionales. El objetivo es hablar con NPCs y completar las misiones principales para continuar con la historia y, eventualmente, enfrentar a los jefes finales de cada tramo. Si bien lo que nos aguarda al final de los capítulos es especial y uno de los grandes atractivos del juego, el camino para llegar a ellos resulta bastante tedioso y metódico. Antes mencionaba que el título es magistral con sus cinemáticas (gracias a su excelente motor gráfico y su dirección artística), pero las quests y los continuos diálogos con NPCs merman la experiencia y hasta pueden ser motivo para que más de uno abandone este modo.
Dado que la historia de Kimetsu no Yaiba tiene varios matices y pequeños detalles que expanden su lore y los trasfondos de sus múltiples personajes, estos pueden llegar a explorarse gracias a los fragmentos de recuerdo que ganas al conseguir coleccionables en los escenarios, completar pequeñas misiones secundarias o simplemente obteniendo una buena calificación al terminar cada batalla. Desafortunadamente, estas escenas solo son pantallas estáticas de algunas partes del anime con texto y diálogo. Un tratamiento igual al que se tuvo con las cinemáticas principales hubiese sido un gran detalle.
Eso sí, las batallas contra los jefes son las que reflejan todo el cariño del equipo desarrollador. Los combates contra los demonios y otros personajes antagónicos poseen los denominados Final Clashes, quick time events con cinemáticas que usan el motor gráfico del juego para acabar definitivamente con un oponente. El especial cuidado de CyberConnect2 a los detalles que tanto el manga como el anime exhiben sobre estos momentos críticos en la historia de Kimetsu no Yaiba es lo que logra rescatar esta campaña principal y es algo que cualquier persona que haya visto la adaptación animada apreciará.
No obstante, si bien las cinemáticas mostradas en estas secciones del juego son impresionantes, estas no tendrían el mismo impacto si no fuese por su jugabilidad.
El poder de un asesino de demonios
The Hinokami Chronicles es un videojuego de lucha, pero se adecúa más a los estándares del subgénero conocido como “anime brawler”. Los jugadores se enfrentan en pequeñas arenas tridimensionales donde despliegan todas las habilidades de sus respectivos personajes para alzarse con la victoria. Mientras que en la campaña principal priman los combates de uno-contra-uno, el “Modo VS” permite el uso de dos peleadores para cada lado.
Cada personaje tiene acceso a ataques básicos y ataques especiales, los cuales consumen una barra ubicada debajo de la de salud. No obstante, existen hasta 3 variantes de habilidades especiales que se ejecutan moviendo el stick analógico y pulsando el botón o manteniendo presionado el botón para cubrirse y pulsando el botón. Además, los luchadores tienen varios combos que se liberan con una cierta combinación de ataques básicos, movimientos de stick analógico y especiales.
A esto se le suman otros comandos tales como salto, cubrirse, lanzamiento, paso hacia adelante, esquive hacia los lados, paso hacia atrás, dash de persecución (y su versión aérea), parry, cambio de peleador y empujón, pero destacan las dos mecánicas únicas del juego: los Ultimate Arts y Boost/Surge.
La primera consiste en la devastadora técnica definitiva que es única para cada personaje. La segunda nos permite entrar en un estado que mejora el daño y da acceso a un combo adicional mientras, si pulsamos nuevamente el botón correspondiente, nuestra barra de ataques especiales será infinita por un corto periodo de tiempo.
Dado que estamos frente a una obra de CyberConnect2, comparar este título con la serie Naruto Ultimate Ninja Storm es pertinente para explicar su sistema de combate. A modo personal, me atrevería a decir que resulta incluso más sencillo e intuitivo que el videojuego del ninja rubio debido a la poca variedad que existe entre cada luchador. Esto es tanto un aspecto positivo como uno negativo ya que uno de los más grandes fallos de The Hinokami Chronicles es su limitado roster. Tras completar la campaña principal, solo tenemos acceso a 19 personajes jugables, siendo 7 de estos variantes de otros peleadores que son prácticamente lo mismo, solo que cambian ligeramente sus ataques especiales y cuentan con nuevos Ultimate Arts.
Pese a que es fácil tomar el control y comenzar a dar palizas, el sistema de combate tiene su propio nivel de complejidad ya que efectuar combos no resulta tan fácil como en la serie Ultimate Ninja Storm. Esta vez, el videojuego introduce una mecánica que limita la longitud de las combinaciones para evitar los tan controversiales “combos infinitos”; por lo que es necesario comprender perfectamente las herramientas que el título ofrece para saber en qué momento se interrumpirá la sucesión de ataques y evitar quedar expuesto frente al rival, sobre todo en el modo online que, por cierto, funciona decentemente en PlayStation 4. Existe un poco de delay, pero nada que sea grave o que vuelva al competitivo en línea algo injugable.
En general, The Hinokami Chronicles posee un entretenido y competente sistema de combate que, a mi parecer, no puede alcanzar su máximo potencial debido a lo limitado de su catálogo de personajes. El estudio indicó que hasta 6 nuevos luchadores llegarán al videojuego como DLC gratuito, por lo que resta ver que tanto mejoran el roster cuando todos estén disponibles.
Los diseños de Koyoharo Gotouge en todo su esplendor
Incluso si la jugabilidad es la gran estrella de este título, The Hinokami Chronicles también hace gala de un motor gráfico que logra plasmar con total eficacia los atractivos diseños de personaje de Gotouge y las excelsas animaciones que el estudio Ufotable hizo para la adaptación animada del manga. No solo son los exagerados gestos de los personajes, sino también las secuencias de acción las que muestran la maestría que CyberConnect2 ha ido forjando con el pasar de los años en otras producciones como el ya mencionado Naruto Ultimate Ninja Storm, Dragon Ball Z: Kakarot y Asura’s Wrath.
Tan solo basta con ver la ejecución de un Ultimate Art en pantalla para entender que el estudio se encuentra en un nivel privilegiado en lo que a animación y gráficos para títulos con estética anime se refiere y, pese a que el arte bidimensional sigue teniendo una gran comunidad de adeptos, nadie puede negar que los colores, la iluminación y la técnica de cel shading de los videojuegos 3D de CyberConnect2 continúan dejando la valla en alto.
Aportando a la adaptación
En lo que respecta a la banda sonora, The Hinokami Chronicles posee una selección destacable de piezas musicales que acompañan los combates y las cinemáticas de la campaña principal. Probablemente no es algo que vaya a oír a voluntad fuera del juego, pero es innegable que el título tiene temas bastante buenos como City in the Northwest, Clearing to Rocks, Rui Boss Battle y mi favorita personal, el tema que suena en el combate final del juego.
El tono melancólico de varias de estas piezas, así como la naturaleza más agresiva y bombástica de otras son un gran complemento a la temática de Kimetsu no Yaiba. Si bien no logra ponerse de tú a tú con el score del anime, el soundtrack cumple con su trabajo. No obstante, hay grandes ausentes que hubiesen sumado al videojuego de haber estado. No puedo ser el único que extrañó Gurenge, el opening de la serie animada interpretado por la grandiosa vocalista LiSA… ¿verdad?
Rendimiento técnico
Me alegra decir que, pese a que jugué la versión de The Hinokami Chronicles para PlayStation 4, no tuve ningún problema o preocupación con el desempeño del videojuego pese a que lo experimenté en una consola de la pasada generación. El título se reproduce a una agradable tasa de 60 cuadros por segundo y no decae pese al frenesí de las batallas. Las pantallas de carga también resultaron ser bastante cortas en esta consola, así que me queda la curiosidad de saber qué tanto varía esta entrega en PlayStation 5, Xbox Series X/S y una PC de alta gama.
Conclusiones
Me alegra que una franquicia tan venerada en la actualidad como Kimetsu no Yaiba tuvo la fortuna de tener a un gran estudio como responsable de su primera incursión en la industria de los videojuegos. Si bien The Hinokami Chronicles no está ni cerca de ser un producto perfecto, los desarrolladores lograron usar toda la experiencia obtenida en su larga trayectoria para crear un notable título que aún necesita limar sus ásperos bordes para llegar a ser tan redondo como se espera.
Las principales carencias del título siguen siendo su lenta campaña principal -a excepción de las cinemáticas con motor in-game y los combates contra jefes- y su limitado roster de luchadores. Pero, no cabe duda que el potencial para mejorar con el contenido DLC que se avecina o incluso en una próxima entrega que adapte la nueva temporada de Kimetsu no Yaiba está ahí. Justo para ser tomado y plasmado en una experiencia más sólida que haga justicia a la obra en la que se basa. Si eres un fan del anime o manga o si estás dispuesto a dejar pasar los puntos en contra que tiene, este título es para ti.
Disclaimer: Este análisis fue escrito basado en gameplay de una copia del juego provista por SEGA. Esto no afecta nuestra opinión editorial ni puntuación del juego.