Helldivers II | Análisis
Diez años después de su primera —y única— entrega, Helldivers está de vuelta con un nuevo estilo de juego y un nuevo modelo de negocio. Con una historia de apenas unas líneas, el paso exitoso al live-service y una casi inexistente campaña publicitaria, podemos preguntarnos: ¿Es Helldivers II el juego más «anti-PlayStation» de los últimos años? Vamos a verlo en este añálisis.
La historia… así de simple
Helldivers II retoma la historia de la Super Tierra y su incesante campaña bélica por «la defensa de la democracia». Esto se cuenta en una cinemática de corte satírico de apenas dos minutos. (Sí, Hideo Kojima debe estar muriéndose de la envidia). Todo esto en directa contradicción con los juegos más recientes publicados por PlayStation como The Last of Us, Marvel’s Spider-Man ó la saga Horizon. Y es que como bien dicen, «si la idea central de tu historia es suficiente para que todo el mundo te entienda, aprovéchalo».
La trama de Helldivers II nos lleva a diferentes planetas que deben ser liberados de los horribles bichos gigantes Terminids y los robots rebeldes Automatons. Cada planeta presenta zonas variadas con vegetación, desiertos, nieve y terrenos rocosos. Tumbarse los nidos de los bicharracos o derribar las bases de los robots desquiciados son los claros objetivos del juego.
Y es que así es este juego: Claro y sencillo. Incluso con los numerosos sistemas de combate que se suman de a pocos a la jugabilidad confirme avanzamos, Helldivers II se mantiene divertido y accesible debido a su simplicidad.
¡Vaya al grano, soldado!
Helldivers II deja de lado la vista isométrica del original de PS4 y se pasa a un plano más familiar y acorde a nuestros tiempos: El shooter en tercera persona. Nuestro soldado desechable cuenta con un arma principal estilo rifle de asalto, una pistola de corto alcance y un set de granadas. ¿Será suficiente para acabar con los enemigos y defender la libertad? Pues no, y para eso entran en juego las Stratagems o Estratagemas.
Las Stratagems son las armas y ataques especiales del juego. Éstas se desbloquean al obtener puntos de experiencia llamados Requisition Slips en los combates y escogiéndolas de un amplio menú. Las Stratagems incluyen el uso de rifles de largo alcance, cañones anti-tanque y soporte aéreo a punta de bombazos. Lo singular y divertido de estos ataques es que deben activarse a través de un quick input en la cruceta del control de PS5, algo así como los bailes de Bust-A-Move o las melodías mágicas de The Legend of Zelda: Ocarina of Time. Y esto no es instantáneo; se hace en pleno combate, con cientos de enemigos encima y toma tiempo en activarse, pues este apoyo llega desde el cielo y con cierto tiempo de espera y cooldown.
UPDATE: Con el pasar de las semanas, se fueron develando nuevas mecánicas en Helldivers II, como la pérdida de terreno (planetas) en eventos comandados por un único y todopoderoso «Game Master», la adición de mechs y balanceos propios de juegos-como-servicio. Por ello, decidimos elevar el puntaje final del juego en nuestra review (un punto a la jugabilidad y un punto a la progresión).
Una vez que recibimos o activamos las Stratagems es cuando empieza la fiesta. Al ser Helldivers II un juego cooperativo, la combinación y uso de estos recursos se vuelve crucial para cumplir misiones y no morir en el intento. Y sí, tanto las balas como las Estratagemas de nuestros compañeros de escuadra nos pueden matar también. Hay que entrar a matar a lo loco, sí… pero no tanto pues.
Casi un «sandbox»
Las variedad de misiones de Helldvers II no es enorme, pero lo que si lo es son las formas creativas de llevarlas a cabo. Al tener un límite generoso de respawns, es fácil sacrificarse por la causa y volver a intentar una incursión de formas cada vez más descabelladas. Total, el juego premia por terminar la misión aun si los soldados no sobreviven (aunque hay un bono, pero no es lo más importante).
Otro detalle que hace divertido el combate es que tanto los Terminids como los Automatons no son enemigos estratégicos, sino más bien olas de violencia que sólo se pueden frenar con más violencia. Justificada comparación le hicieron a este juego con el clásico de 1997 Starship Troopers, donde barrer con insectoides gigantes era la norma. Y me dio gusto recordar el no-tan-clásico de SEGA, Binary Domain, para los combates con robots.
El balance de 100-vs-1, brutos-vs-estrategas, está muy bien logrado y no cansa. Una vez que te acostumbras a la oleada es que puedes ponerte creativo y hasta bromista con el entorno, plantando ataques aéreos y explosivos para encadenar explosiones muy al estilo de sandboxes como Just Cause.
Puntos tácticos
Las misiones se pueden lograr de diferentes maneras, pero usar un poco de estategia previa no le hace daño a nadie. Los Helldivers cuentan con armaduras que aumentan ciertas cualidades o debilitan otras. El peso o equipamiento pueden hacerte menos propenso a los balazos, pero lento como una piedra. Las armas tienen niveles de rango, daño y recarga, pero afortunadamente no son tan complejos como en otros shooters como The Division o el mismísmo Call of Duty.
Y tal vez el momento del juego donde más importa esto es en la Extracción. Una vez cumplida la misión principal habrá que escapar del planeta y esto puede tomar una larga caminata a un punto alejado del mapa y varios minutos defendiendo el punto de recojo. Aquí Helldivers II se convierte en una estresante versión de Tower Defense donde hay que mantener a los teammates con vida a toda costa usando Stratagems fijas como las torretas y ataques aéreos. Nuevamente, el ADN de Starship Troopers, activado.
¿Pay-to-Win?
Ni bien salió Helldivers II su modelo de juego-como-servicio activó las alarmas en Internet por la posibilidad de pay-to-win y microtransacciones descontroladas. Los temores fueron infundados, menos mal. El estudio Arrowhead, lejos de buscar monetizar hasta el último respiro, creó una parrilla de progresión llamada Warbonds; algo así como su «pase de batalla». Este sistema ofrece armas avanzadas, mejoras y detalles cosméticos, además de bonos de Super Credits, la moneda del juego que puede comprarse con dinero real.
El catch aquí es que los Warbonds están divididos en «páginas», cada una con cerca de 10 ítems variados. Y para comprar ítems más poderosos hay que primero cumplir con obtener Medallas en el juego y canjearlas por ítems de menor rango. Esto mantiene a los jugadores adinerados a raya, obligándolos a meterle horas al juego antes de poder comprar lanza-granadas o ametralladoras de mayor poder.
Es un sistema básico, pero efectivo; tanto que parece salido de otros tiempos. Y es que el estudio no solo ha usado un motor descontinuado para crear el juego (Stingray de Autodesk), sino además ha implementado una filosofía muy «de antaño» para monetizar su juego de manera justa. Y el resultado, tanto para gamers como para la caja chica de Arrowhead y Sony, parece haber dado resultado. Al cierre de esta review, Helldivers II contaba con uno de los records de juego simultáneo más altos de Steam, superando a titanes como GTAV y forzando a sus creadores a aumentar su número de servidores a 750,000 jugadores. De locos.
Soldado caído
Todo muy bonito hasta ahora, pero Helldivers también tiene problemas. Estos son principalmente técnicos, pero más relacionado al back end en línea. Y es que ni toda la ambición del mundo puede contra la falta de soporte de un servidor de live-service que no está preparado para tanto estrés. Esta review debió salir al poco tiempo de publicado el juego, pero la caída de servidores y las largas colas para entrar a una partida sabotearon los intentos de juego para muchos usuarios en todo el mundo, incluyendo algunos reviewers. Arrowhead ya está solucionando este problema, pero otros como el mal uso —y abuso— del juego por parte de algunos jugadores ya asoma su cabeza. Ojalá esto no agarre desprevenido al estudio… otra vez.
Y si queremos criticar algo más, pues no hace mal decir que jugar en solitario es posible, pero no tan disfrutable; al menos no tanto como con otros seres humanos. Incluso la interacción silenciosa con desconocidos es más divertida que jugar uno solo. Y claro, jugar con amigos, es un placer. ¿Una mini-campaña single player con buena IA sería mucho pedir? Ojalá que no.
Conclusión
Helldivers II es un tremendo regreso y muestra viva que una idea sencilla ejecutada «a la antigua» y con respeto al usuario y su limitada billetera puede dar excelentes resultados. No cuenta con altísimos valores de producción ni un mensaje profundo que nos cambiará la vida —algo a lo que PlayStation y sus franquicias nos tienen acostumbrados— pero como dicen por ahí: No importan los gráficos, la historia o cuál franquicia famosa pongas en la caja. Al final un juego tiene que ser dos cosas: Eficiente y divertido. Y en el caso de Helldivers II, esto se cumple y con creces. Recomendado.
Disclaimer: Este análisis fue realizado gracias a una copia del juego provista por PlayStation. Esto no influye nuestra opinión editorial ni el puntaje del juego.