Dead Space (2008), desarrollado por la entonces viva Visceral Games y una bien intencionada Electronic Arts, revolucionó los juegos de survial horror de la generación de PS3 y Xbox 360. Inspirados en el filme Event Horizon, Glen Schofield y su equipo nos trajeron una aventura espeluznante en el espacio exterior digna de una secuela de Alien, pero con componetes jugables que le dieron a Dead Space su propia identidad y generaron varias secuelas y cross-media nada despreciable. Ahora, quince años después, EA relanza este clásico en forma de un merecido remake que trae cambios, sí, pero manteniendo sus mecánicas y espíritu intacto.

«Bien remake»

El remake de Dead Space —al que a partir de ahora llamaré Dead Space (Remake)— es, a todas luces, un verdadero remake del original. No es un simple remaster en alta definición y tampoco es un port modificado. Es una obra trabajada desde cero, utilizando como referencia los escenarios, personajes y trama del éxito de 2008. Desde su secuencia inicial podemos ver cambios y claras mejoras: El protagonista Isaac Clarke ahora tiene voz y rostro, lo que ayuda a conectar con él y su misión. La iluminación es más relalista y la oscuridad, más aterradora. Secuencias como las de antigravedad ahora tienen mejores sistemas de control y las pantallas de carga apenas y se dejan ver cuando perdemos una partida.

Mientras más avanzamos en la Campaña, los cambios se hacen más notorios, sobretodo en el apartado gráfico. Salas de combate que antes podían confundirse con cualquier otra, ahora tienen una identidad más marcada gracias a las mejoras en iluminación del remake. Aunque la mayoria de áreas se repiten de Dead Space clásico, hay suficiente en esta nueva versión para justificar una segunda vuelta y sorprenderse. Lo mismo pasa con el audio del juego. Aunque no es mi área de expertise, cada sonido se siente original, envolvente y visceral.

Lo que más importa

Pero lo mejor del remake de Dead Space es lo mucho que Motive ha respetado lo más importante: la jugabilidad. El Dead Space de 2008 trajo interesantes nuevos conceptos a la mesa y para esta versión se han mantenido varios de ellos intactos. El Plasma Cutter de Isaac sigue siendo la misma arma práctica e improvisada, no pensada en combate, pero utilizada para seccionar a los horribles monstruos que pululan por el U.S.G. Ishimura. El HUD inexistente, aplicado al traje de Isaac, sigue siendo explicativo sin necesidad de dar instrucciones detalladas. Y sí, el pisotón y el combate meleé siguen estando ahí para cuando las balas se agotan.

Con esto ponemos en claro una cosa: El gameplay de Dead Space es ligero, justo y divertido. La exploración recompensa al jugador sin ser excesiva y el combate no te muele a palos solo por que sí. Este es uno de esos juegos que está tan bien balanceado que puede jugarse por horas sin perder interés o cansarse, tal como recordamos otros títulos de la primera generación en HD.

Detallitos

Un último aplauso para los extras del juego. Al igual que el original, Dead Space (Remake) permite equipar varias armaduras cosméticas que se van desbloqueando durante el juego. Esta nueva versión incluye nuevos modelos, incluyendo un puñado (tres trajes y dos texturas) que están disponibles en la versión Deluxe ó a través de un upgrade pagado. Aunque suene a poco, si son fans de la franquicia, estos extras valen la pena por los pocos dólares que paguen demás. Digo nomás.

En puntos negativos tengo muy pocos y varían en importancia. El más fuerte es que, tal vez y solo tal vez, Dead Space (Remake) con todo y sus detallados destripamientos, se ve muy «limpio». Se extraña un poco la visceralidad (ya cansa la palabra) y el acabado grotesco de la versión original. El juego corre a unos estables 60fps, lo que lo hace demasiado bello y fluido para tenerle miedo a los infaltables «jump scares«. Y ya como capricho mío, me hubiera gustado que Motive mantuviera el diseño original de la luz que indicaba el camino a seguir; así quebrada y marcando las imperfecciones del suelo. La nueva luz, fantasmal y limpia como el hada Navi de The Legend of Zelda: Ocarina of Time, me apagó las ganas de usarla.

Comparación… ¿incómoda?

Y solo porque sé que esto va a salir a pintar en la mente de quienes lean esta review, respondo la pregunta de rigor. ¿Cómo se compara el remake de Dead Space con The Callisto Protocol, el llamado «sucesor espiritual» de la franquicia? Pues éste gana en tal vez un campo: En el apartado gráfico y dirección cinematográfica. The Callisto Protocol es un ejemplo de uso de ray tracing, usando este recurso gráfico para venderte las partes más dramáticas de su historia. Dead Space, creo yo, tiene excelentes credenciales gráficas, pero se siente limitado en algunos aspectos.

Dicho esto, The Callisto Protocol puede haber ganado en los cinemático, pero me resultó pesado e injusto como videojuego, con un sistema de combate imperfecto y azaroso. Dead Space (Remake) es, a todas luces, una mejor experiencia jugable, más justa, flexible y atractiva. Y definitivamente me quedo con esta opción.

Conclusión

El remake de Dead Space es un gran producto que saluda y respeta a su origen, añadiendo algo del pulido de los 2020’s a un esqueleto que ha envejecido muy bien. Graficos y sonido aparte, es el gameplay de Dead Space lo que hace especial a este remake, al igual que lo hizo el original hace más de una década. Recomendado, hayan jugado o no el original.

Disclaimer: Este análisis fue realizado gracias a una copia del juego provista por Electronic Arts. Esto no influye nuestra opinión editorial ni el puntaje del juego.