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Cultura

¿Qué pasó con Rock Band?

Rock Band 4 cumple 5 años, pero el furor por los juegos musicales ya no es el mismo de antes. ¿Qué pasó con el simulador de banda de rock por excelencia?

En noviembre de 2007 llegó a tiendas Rock Band, un ambicioso proyecto del estudio Harmonix (los creadores de Guitar Hero) y sus aliados de MTV Games. Pero “ambicioso” era decir poco. El paquete completo de Rock Band — con batería, guitarra y micrófono—fue en su momento el videojuego más caro de la historia al elevado precio de 169 dólares. Además fue un reto logístico tanto para sus fabricantes como para el retail, pues Harmonix tuvo que encargar los instrumentos directamente de China y la enorme caja de la edición completa Special Edition ocupaba en anaqueles el mismo espacio que un frigobar. A todas luces, la idea de producir un videojuego como Rock Band era poco menos que una locura.

Aun así, el juego fue un éxito y Rock Band pasó de ser una inversión de alto riesgo a aparecer en series de TV, en películas y a convertirse en el “party game” más popular en reuniones familiares y parrandas universitarias. Sus secuelas superaron en ventas al original y el respeto hacia las bandas que participaron de su soundtrack le abrió las puertas a Harmonix para lograr lo impensable: Producir en 2009 un videojuego de The Beatles y tener acceso a los masters originales de las canciones más populares de la banda de Liverpool; algo que ni Apple y su poderoso iTunes habían logrado entonces.

Pero al igual que pasa con todo trend, la popularidad de Rock Band y de los videojuegos musicales cayó súbitamente. En abril de 2013, con un nostálgico video en redes sociales y luego de una decena de entregas variadas, Harmonix anunció que detendría la producción de Rock Band y de su contenido descargable semanal, el cual se había mantenido ininterrumpido por casi seis años.

Luego del cese de la franquicia Harmonix continuó activo con otros proyectos, pero la ausencia de Rock Band se hizo sentir. En reiteradas oportunidades retailers americanos como Gamestop y Best Buy, al contactarse con el estudio para solicitar nuevos productos, terminaban sus reuniones con una pregunta común: “¿Y cuándo sale un nuevo Rock Band?”. Los desarrolladores no perdieron tiempo y plantearon un retorno, pero procedieron con cautela: ¿Sería Rock Band igual de popular que antes? ¿Aún había interés por los videojuegos musicales?

Para comprobarlo bastó hacer una encuesta. En enero de 2015 Harmonix envió un sencillo formulario online a los fans que tenía registrados en sus foros oficiales y listas de newsletters preguntado si estaban interesados en un nuevo Rock Band. Recibieron más de 67,000 respuestas; una cifra alentadora considerando la caída en popularidad del género musical. También revisaron las métricas de juego y la compra de canciones como contenido adicional de los pasados Rock Bands. Encontraron que muchos jugadores —cientos de miles, según una entrevista con Forbes— continuaban jugando y comprando música descargable mes a mes a pesar de la baja del servicio; incluso existen “ballenas” que poseen todas y cada una de las más de 2,000 canciones en el catálogo de DLCs. Nada mal para un juego declarado muerto.

Con esto la decisión estaba tomada: Había que traer a Rock Band de vuelta.

En marzo de 2015 Harmonix hizo el primer anuncio oficial: Rock Band 4 estaba en camino a PlayStation 4 y Xbox One. La fabricación de nuevos instrumentos correrían por cuenta de MadCatz quienes ya habían colaborado con el estudio creando nuevos instrumentos para Rock Band 2 y 3. Y a diferencia de Guitar Hero —juego que también anunció su regreso al mercado ese mismo año— Rock Band 4 mantendría la jugabilidad clásica de cinco botones/colores, jugando así con la posibilidad de que los instrumentos de la pasada generación de consolas fueran compatibles con esta nueva entrega.

Y esta posibilidad se hizo realidad. Gracias a un acuerdo con Sony Computer Entertainment y Microsoft, Rock Band 4 incluyó retrocompatibilidad con todos los instrumentos de Rock Band, e incluso otros de la franquicia competidora, ahorrandole a sus agradecidos fans el estrés — y el dinero— de la compra de nuevas guitarras y tambores de plástico. Y más importante aún, este acto de aprecio al consumidor se extendió a la mayor fuente de ingresos de Harmonix: Su enorme catálogo de canciones descargables. Los fieles seguidores de la franquicia recibieron a Rock Band 4 con toda —o casi toda— la biblioteca musical que ya habían comprado en PS3 y Xbox 360, transferida a Rock Band 4 sin costo adicional. Fue un proceso complicado y que tomó tiempo, sobretodo para los packs exportados de las versiones en disco, pero se logró.

Para junio Harmonix ya había corrido la voz sobre el regreso de Rock band y el mundo prestaba atención. Solo faltaba el golpe de gracia: Presentar Rock Band 4 en la expo E3 2015. De la mano de Microsoft, los desarrolladores armaron un enorme escenario en los exteriores de los pabellones Oeste y Sur del Centro de Convenciones de Los Ángeles que atrajo a miles de asistentes a pesar del achicharrante sol del verano californiano. Un stand más pequeño se enfocó en mostrar el modo Freestyle, la gran novedad que Rock Band 4 traía a la mesa y que permitía improvisar de manera libre los solos de guitarra, tal como ya lo hacían los drum fills de pasadas entregas. La presentación fue un éxito y concluyó con una fiesta exclusiva para fans y prensa en el teatro The Mayan. Ya todo estaba consumado. Rock Band estaba de vuelta. Solo quedaba esperar al lanzamiento programado para el 6 de octubre.

A pesar de algunas importantes omisiones (falta de modo multijugador online) y un precio incluso mayor al de sus antecesores (199 dólares por el pack completo), Rock Band 4 obtuvo un moderado éxito inicial en ventas y en crítica. Durante su lanzamiento alcanzó el décimo puesto en el ranking de juegos más vendidos de octubre. La mayoría de medios alabaron que el juego mantuviera su fórmula clásica mientras que otros criticaron su lista de canciones poco estelar. Luego de algunos ajustes de precio y actualizaciones con nuevas opciones, el juego recaudó más de 100 millones de dólares para inicios de 2016.

Pero no todo fue color de rosa para Harmonix y compañía. MadCatz, su co-publisher y socio estratégico en la producción de instrumentos, culpó a Rock Band por la caída de sus utilidades poco tiempo antes de declararse en bancarrota. El traspaso de canciones de la anterior generación de consolas tomó más tiempo del calculado debido a limitaciones técnicas y algunos temas siguen pendientes hasta hoy. La presión de los fans, quienes clamaban por un modo multijugador online, resultó en el lanzamiento de la expansión Rivals que, lastimosamente, llegó acompañada de un precio —fue la primera vez que Harmonix cobraba por la actualización de uno de sus juegos— y con contenido que no llenó las expectativas de sus seguidores.

Pero tal vez el peor golpe al regreso de Rock Band fue la escasez de instrumentos a precio oficial; problema que todavía persiste. Tras la salida de MadCatz en 2016, la empresa PDP tomó el control de la producción de instrumentos. Aun cuando la nueva fabricante presentó nuevos modelos de guitarra —la Fender Jaguar— y tambores con tecnología superior, todos a menor precio que los producidos por MadCatz, la demanda por los juegos musicales había bajado considerablemente. Esto se debió no solo a la fatiga del género sino también a otro fallido regreso: El de Guitar Hero.

Guitar Hero Live, lanzado a la par con Rock Band 4, había cambiado demasiado su sistema de juego y no capturó a público como en su mejor momento. Para muchos analistas, esto terminó de sellar el fracaso del resurgimiento del género de videojuegos musicales de la década pasada. El estudio FreeStyle Games, responsable del desarrollo y mantenimiento de Guitar Hero Live, fue cerrado por Activision y vendido a Ubisoft en 2017, descontinuando así el juego apenas dos años después de su lanzamiento.

Afortunadamente Rock Band se ha mantenido vivo hasta hoy, debido principalmente a un buen manejo económico, a su amplísimo catálogo de canciones que crece cada semana y a un nutrido grupo de fans que lo juegan religiosamente. Así como con otros géneros nicho como los videojuegos de pelea o los simuladores de carreras, Rock Band cuenta con un público reducido pero cautivo y que al parecer es suficiente para mantener activa la franquicia.

Con todo esto, ayudaría bastante que más jugadores descubrieran Rock Band, pero esto resulta difícil ya que PDP cesó la producción de instrumentos. Hoy, packs con instrumentos de Rock Band Rivals alcanzan precios exorbitantes en tiendas online y la misma Harmonix recomienda la compra en mercados de segunda mano o reventa, sin aportar una solución real al problema.

Hoy Rock Band cumple 5 años y aunque tiene detrás a una fanaticada que lo mantiene vivo, su futuro en consolas de nueva generación no se ve del todo prometedor. Aun cuando las consolas de Sony y Microsoft han confirmado la retrocompatibilidad de sus juegos de actual generación, existe una barrera que es difícil sortear: la de las licencias musicales. Esas que evitan que un juego sea remasterizado o porteado sin antes pasar por un proceso que se hace cada vez más costoso debido a la realidad de la industria musical de hoy. Así, es poco probable que veamos a Rock Band en PS5 o Xbox Series X/S en un futuro cercano.

Actualmente Harmonix se encuentra promocionando Fuser, una adaptación para consolas de su juego de cartas digitales Dropmix, y llegará a tiendas gracias a NCSoft en noviembre.

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